La Geología de Babia


Desde el punto de vista geológico la comarca de Babia se encuentra localizada en el Macizo Ibérico. Este macizo está constituido por rocas precámbricas y paleozoicas que han sido intensamente plegadas y fracturadas durante el periodo carbonífero, dando lugar a la formación de la Cordillera Herciniana.

Litológicamente pueden distinguirse, dentro de la heterogeneidad que caracteriza este territorio, dos grandes dominios: uno al norte, constituido por calizas, areniscas y pizarras paleozoicas, estructurado en mantos y pliegues de dirección E-O, y otro al sur constituido por materiales pizarrosos precámbricos.

El primer dominio pertenece a la conocida como Zona Cantábrica, mientras que el segundo recibe la denominación de Zona Asturoccidental-leonesa, que incluye la gran estructura denominada Antiforme del Narcea.

Los materiales representados son, pues, precámbricos y paleozoicos, sobre los que se dispuso un recubrimiento Cuaternario de origen glaciar, fluvioglaciar y nival.

Los rasgos geomorfológicos actuales son fruto de una actividad que se remonta a la Orogenia Alpina, que provocó la formación de la Cordillera Cantábrica. Sobre la penillanura preexistente se produjeron diversas fracturas, algunas nuevas y otras sobre las ya generadas durante la Orogenia Hercínica; una de las más importantes propició el levantamiento del macizo Astúrico. A partir de aquí, la nueva red fluvial y diversos ciclos de levantamiento propiciaron un relieve sumamente complejo, en el que la erosión diferencial dejó al descubierto la antigua estructura hercínica.

Estratigráficamente, la zona se organiza del siguiente modo:

PRECÁMBRICO

Al sur de la comarca, asociados al Antiforme del Narcea, aparecen los materiales más antiguos. Litológicamente son lutitas y limolitas con laminación de areniscas.

PALEOZOICO

El Paleozoico se encuentra representado por los periodos Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico y Carbonífero, estando compuesto por los siguientes grupos litológicos:

Serie Cámbrico-ordovícico: Hay presencia de la formación Herrería –areniscas-, formación Láncara –dolomías y calizas, con intercalaciones de lutitas-, formación Oville –pizarras alternando con areniscas y lutitas- y de la formación Barrios –cuarzo y arenitas con intercalaciones de lutitas-.

Silúrico: Aparecen dos formaciones silúricas, la de pizarras del Formigoso y la de areniscas de San Pedro. En ambas abundan las pizarras y las areniscas.

Devónico: Las formaciones presentes son la del grupo La Vid, con materiales calcáreos y terrígenos; la formación Santa Lucía, con calizas y algunos tramos dolomíticos; la formación Huergas, con pizarras e intercalaciones de areniscas en capas centimétricas; la formación Portilla, en la que predominan las calizas, y finalmente las areniscas del Devónico Superior.

Carbonífero: Del Carbonífero se advierte la presencia de seis formaciones, que son la formación Bateas, de calizas detríticas; la formación Alba –calizas rojas tableadas-; la formación Barcaliente, de calizas grises oscuras; la formación Valdeteja, de calizas grises claras; la formación San Emiliano, en la que se intercalan calizas y capas de carbón, y distintos materiales –areniscas con pizarra y carbón- pertenecientes al Estefaniense.

CUATERNARIO

Los depósitos cuaternarios, ampliamente desarrollados en la comarca, son de cuatro tipos:

–   Depósitos aluviales, localizados en las llanuras de inundación –principales cauces fluviales-, constituidos por ruditas, arenas y limos.

–   Depósitos glaciares, constituidos por las típicas morrenas de valle formadas por cantos de naturaleza mixta.

–   Depósitos de ladera, muy abundantes dada la orografía.

–   Depósitos de relleno de formas kársticas, originados por la acción del agua sobre las formaciones calcáreas.

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