La Comarca de Babia


Babia es una comarca y mucho más. Babia es una Comarca natural compuesta de dos municipios: el Concejo de Babia de Suso y el Concejo de Babia de Yuso. Concejos o municipios que agrupan a muchos pueblos, cada pueblo con su propia Junta Concejil o vecinal, desde tiempo inmemorial. El autor de esta página aboga por el reconocimiento de las Entidades Locales Menores y sus Juntas Vecinales como un patrimonio histórico administrativo que todavía cumple la función de ser una Administración participativa y cercana a los ciudadanos, una forma democrática a los ciudadanos. Aunque necesitan mucho más apoyo y control del que hasta tienen.

También abogo por la restauración de los nombres tradicionales de los dos municipios en que se divide Babia, mucho más adecuados, de Municipio o Concejo de Babia de Suso y de Babia de Yuso, en lugar de los incompletos e inexactos: Municipio de Cabrillanes y de San Emiliano. Por supuesto, también se debe rectificar la errónea denominación del LIC y de la ZEPA de «Valle de San Emiliano» por la más apropiada de Montaña de Babia y Luna.

Después de muchos años de tramitación, finalmente se declaró el PARQUE NATURAL DE BABIA Y LUNA.  La Casa del Parque está ubicada en el Palacio de los Quiñones de Riolago.

Babia se sitúa al noroeste de la provincia de León, abarcando los términos municipales de Cabrillanes y San Emiliano, que forman la comarca de Babia.

El límite septentrional de la comarca lo determina la línea de cumbres que separa las provincias leonesa y asturiana, con alturas superiores a los 2.000 metros (Peña Ubiña, Alto Rosapero, Picos Blancos, etc.), mientras que el meridional viene configurado por un cordal montañoso cuya altura máxima se encuentra en el alto de La Cañada, de 2.154 metros, al sur del cual se sitúa la comarca de La Omaña. Ambas barreras montañosas individualizan una cuenca hidrográfica, la del río Luna, que abarca la práctica totalidad del territorio: la capacidad erosiva del río Sil consiguió, tras las últimas glaciaciones, capturar la cabecera del alto Luna y algunos de sus afluentes, por lo que parte de las aguas babianas, en su extremo occidental, drenan hacia la cuenca del Miño. Este fenómeno de erosión regresiva tiene un elevado interés desde un punto de vista geomorfológico y científico.

La configuración topográfica de la comarca viene determinada, por lo tanto, por la presencia de dos grandes alineaciones montañosas de elevada altura y relieve acusado, con cresterías por encima de los 2.000 metros en gran parte de su recorrido, de dirección Este-Oeste, y una amplia zona plana en el medio con una altitud no superior a los 1.300 metros ni inferior a los 1.100, que constituye el fondo de valle de los ríos Luna y Sil. La altitud media ronda los 1.520 m.s.n.m., y la pendiente media está en torno a los 17’40. Las diferencias altitudinales son más acusadas en San Emiliano, donde la diferencia entre la altitud máxima y mínima es de 1.297 metros, mientras que en Cabrillanes es de 1.075 metros.

El gran valle del río Luna es el principal protagonista de la comarca babiana, pues en él se concentran la mayoría de las poblaciones y las actividades humanas. Nacido en el extremo suroccidental de la zona, con la unión de los arroyos de Valmayor y de Peñalba, recibe aportes de otros cursos que, en sus estrechos valles, han propiciado el asentamiento de otras comunidades y el consiguiente aprovechamiento de sus recursos. El principal afluente del Luna es el río Torrestío, que con dirección N-S vertebra el valle de San Emiliano, recogiendo las aguas de los arroyos de La Majúa y de la Alcantarilla, entre otros. Otros cursos son el río Torre, que nace en las inmediaciones de Picos Albos; el río de Riolago, procedente de la sierra de Villabandín, y el arroyo del Puerto, que desemboca en el Luna justo antes de penetrar éste en la comarca del mismo nombre, fuera ya de Babia.

Por su parte, el río Sil tiene su nacimiento en la confluencia de los ríos Cebolledo, Pradiella y del Puerto, todos ellos lindando con la Reserva de la Biosfera de Somiedo.

Todos estos cursos, tanto los que alimentan el Sil como el Luna, son de corto recorrido y pendientes muy acusadas, con un caudal de origen marcadamente nival.

La altura máxima sobre el nivel del mar se sitúa en Peña Ubiña, con 2.417 metros, mientras que la mínima se encuentra en el río Luna, a 1.120 metros.