12/10/2012 El Diario de León recoge el ejemplo y la iniciativa de José Abel, que mantiene una empresa familiar en un entorno muy complicado, con esfuerzo y con espíritu emprendedor. Creando riqueza en Babia. Muy bien por el Diario de León, reconociendo el esfuerzo a los que luchan por mantener la actividad empresarial en el medio rural.
Es muy difícil sobrevivir, no sólo por la crisis sino también por la despoblación de los pueblos; aquí no queda casi nadie», explica José Abel Alonso que, junto con su hermano Manuel, se han hecho cargo de la panadería Alonso que su padre fundó en Riolago de Babia en el año 1961.
Recién cumplidas las bodas de oro, este panadero babiano asegura que es muy difícil mantenerse porque las ventas han bajado mucho. Sin embargo, y a pesar de todos los inconvenientes, mantienen la elaboración del pan sin ningún tipo de aditivos y con la receta de la masa que hoy casi ha caído en desuso.
«Antes había siete panaderías en esta zona y ahora quedamos sólo dos; y es curioso, antes cuando éramos siete vendíamos más que ahora que sólo somos dos». Un panorama que describe José Abel Alonso que cada madrugada enciende el horno de leña para elaborar hogazas y barras. Las primeras son cada vez demandadas y, por supuesto, lejanos quedan los tiempos en los que se consumían las de tres o dos kilos. Se impone la barra pero cada vez más pequeña porque en las casas cada vez las familias son más pequeñas y a la gente le gusta comer pan reciente cada día. «Ya no se come pan de un día para otro y por eso las barras que más se venden son las más pequeñas», resalta este panadero.
Debido al perfil de población al que van destinados sus productos, la mayoría personas mayores, sólo fabrican pan normal y sin sal pero no integral ni con otro tipo de harinas o cereales. Además, el pan de este horno sólo se puede comprar en los pueblos Babia y Luna, donde cada día reparten las barras y las hogazas recién hechas. La mejor época, dice, el mes de agosto por la llegada de veraneantes.
Para hacer frente a estas circunstancias, José Abel Alonso explica que su producción es pequeña pero siempre utilizando productos naturales y la calidad como una de sus principales premisas.
Con esos ingredientes y alguno más que no desvela elaboran sus magdalenas «uno de nuestros mejores productos», los bizcochos de yogur para desayunar con leche o de postre con queso y las mantecadas. Algunos de sus productos de repostería se pueden comprar en pequeñas tiendas de alimentación de la capital leonesa.
Uno de sus productos más peculiares son las pastas babianas elaboradas con polvo de setas. «Hay que probarlas», dice a la vez que añade que «o gustan o no, no hay término medio». En su cuaderno de recetas no faltan las pastas de mantequilla o de almendra, los suspiros y otros dulces, además de empanadas. La repostería también llega al valle de Laciana.
«Nos gusta el trabajo bien hecho y dedicamos a la elaboración de nuestros productos todo el tiempo necesario», matiza. Panadería Alonso está situada en la calle La Portilla de Riolago de Babia y una muestra de sus productos se puede encontrar en su web (www.panalonso-riolago.com).